Sers: un camino hacia el descubrimiento personal II

Descubre los cuatro pilares que pueden ayudarte a construir una vida más consciente. (Parte 2)

ESPÍRITUBIOS

Nilo Rojas

8/10/202510 min read

La semana pasada hablamos de mente y cuerpo. Hoy nos sumergiremos en el interior del cuerpo y del ser. Revisaremos el pilar Bios y el pilar Espíritu que son la raíz de quién eres y cómo funcionas.
Te recomiendo encarecidamente que leas la publicación previa antes de proseguir con esta.

Vamos a ello, empezaremos con el espíritu.

El espíritu

El pilar del espíritu es un pilar un poco más avanzado, pese a ello, lo considero uno de los más importantes.
Por muy alejado o desconectado que estés de tu Ser, este siempre estará ahí esperando pacientemente a que lo escuches y le prestes atención. Cada uno de nosotros tiene tiempos diferentes en los que aprendemos nuestras lecciones, no obstante, puedes empezar desde ya mismo a intentar conectar con tu Ser.

Dentro del proyecto Sers, esta sección nos otorgará un conocimiento básico sobre nuestro Ser interior o a lo que yo he nombrado espíritu.
Me gusta referirme así a esa vocecilla que nos suele decir si lo que hacemos está bien o mal. No hablo de la mente, sino de algo diferente y aquí puede volverse complejo.
El espíritu es tu yo elevado, su conciencia, tu Ser superior. Es donde está almacenada la información de por qué estás en este plano, qué misión de vida tienes, los aprendizajes pasados y los nuevos aprendizajes que tienes que llevarte de esta experiencia terrenal.
Puede sonar complejo, pero cuando has trabajado para entenderte con tu mente puedes discernir sin problema cuándo es el espíritu y cuándo es la mente la que hablan.

Imagínalo de la siguiente manera: mientras que el jardinero es el encargado de que el jardín luzca bien a la vista, podando y dando forma a las plantas, tu Ser o espíritu es el encargado de que la tierra donde crecen esas plantas sea la más fértil posible. Sin tierra fértil ni agua, no importa cuántas semillas plantes, nada crecerá.

De ahí la importancia de nutrir nuestro espíritu.

El último pilar al que he llamado Bios es el encargado de ayudarnos a mejorar nuestra salud interior. Literalmente.
Nuestro intestino contiene un sinfín de organismos vivos que, a pesar de que no le demos muchas vueltas o pensemos en esto de forma diaria, están allí.
Estos organismos pueden controlar nuestro estado anímico y hasta algunas veces nuestras acciones.

¿Has oído hablar de la Cándida? La Cándida es uno de estos organismos que habita en nosotros, todos la poseemos y es algo normal, cuando prolifera de forma desmedida y consigue sobrepoblar nuestra flora intestinal, tiene efectos que son perjudiciales para nosotros.
Nos incrementa nuestro deseo de comer cosas azucaradas que nos lleva a la falta de energía. Facilita el crecimiento y proliferación de hongos, ya sea en uñas o el cuerpo. Incluso pueden aparecernos manchas en la piel o piel seca.

Estas son algunas de las formas en las que nos afecta la Cándida cuando ha sobrepoblado nuestro organismo.
Si bien todos somos conscientes de que el cuerpo necesita vitaminas y minerales, poco pensamos en ello a la hora de decidir qué nos llevamos a la boca.
Es la comida que comemos —valga la redundancia— la que nos aporta —o no— estos nutrientes.

Es fundamental entender la diferencia entre la mente (que a menudo suele ser traicionera) y el espíritu.

Por último, nos queda el pilar Bios. Suele ser una de nuestras zonas menos trabajadas, hasta hace poco no teníamos en mente que esta parte del cuerpo podía estar en buena o mala forma.

Incluso cuidar nuestro tiempo de exposición al tan demonizado sol es importante, pero eso no significa que debamos vivir todo el tiempo cubierto de bloqueadores solares, por el contrario, lo que provocamos con ello puede ser negativo.
Lo que ocurre es que introducimos en nuestro cuerpo a través del órgano más grande (la piel) un sinfín de químicos y compuestos cancerígenos a la vez que impedimos la absorción de vitamina D.

Esto nos lleva a un déficit de esta preciada vitamina. Sin ella lo que obtenemos son humanos zombis, sin energía e incluso deprimidos. Estos son solo algunos de los efectos de la falta de vitamina D.
Así que no, el sol no es dañino siempre y cuando te expongas con cabeza. Hablar sobre el sol o la exposición al mismo nos da para otra publicación, así que, de momento, te dejaré un par de puntos en las herramientas para trabajar este pilar.

Qué es el Bios

Por qué lo descuidamos

Es precisamente por esta falta de consciencia sobre este tipo de conocimiento que considero a este pilar esencial para poder tener una vida plena.
Controlar nuestros niveles internos es necesario para entender los síntomas externos que experimentamos. Comprender que muchas veces “la enfermedad” no es más que un síntoma de nuestra Bios desatendida, es fundamental para poder emplear las herramientas y tratamientos adecuados.
Al tratar el origen de un malestar podemos curarlo de verdad en vez de mitigar o enmascarar los síntomas.

Nos hemos acostumbrado a la medicina actual que se centra precisamente en tratar los síntomas y no en buscar la raíz del problema y atacarla. Esto es lo que genera dinero. Aunque no me creas, la industria de la salud es una de las más grandes del mundo. La cura del Cáncer provocaría pérdidas multimillonarias.

Te dejo un último ejemplo

Sufro de calambres en los gemelos, lo peor, me dan cuando estoy durmiendo por la noche o la madrugada, hay veces que incluso ¡se me suben los dos a la vez!
Después de investigar, descubrí que esto puede ocurrir debido a la falta de magnesio y potasio. Ambos van de la mano, entre otras cosas, el potasio ayuda al cuerpo a que pueda absorber de forma eficiente el magnesio.
Mis abuelas siempre han dicho “cómete un plátano”, el plátano es rico en potasio (no entraré en temas de fructosa).
En el momento que empecé con suplementación de magnesio y potasio, los calambres desaparecieron del todo.

Eres único. No lo olvides

Nos enseñaron que hoy en día todo puede estandarizarse, inclusive nosotros, los humanos. En este apartado —y más que nunca— olvídate de esa idea por completo. Aquí te toca leer, informarte y aprender.
Cada cuerpo —por si no estaba claro aún— es diferente, es por ello que hago hincapié en que te informes, antes de nada.
La responsabilidad siempre es y será, en últimas, tuya. Ir a un doctor y esperar que haga lo mejor para ti, es algo que hemos normalizado, pero cuando hablamos de tu cuerpo, el único interesado en que realmente funcione bien serás tú.
Nadie más.
Y así podría seguir hablándote del reloj circadiano, la microbiota, hormonas o de los tan famosos últimamente cortisol y melatonina, Sin embargo todos estos conceptos están relacionados con el Bios y, ya llegará el momento de hablar de ellos en profundidad.

En resumen, el Sers está compuesto por los cuatro pilares básicos:

—Cuerpo
—Mente
—Espíritu
—Bios

Ya te los he explicado todos con detenimiento. Ahora que tienes la idea principal ya puedes trabajar en ellos.

Tus herramientas

Hoy te dejaré herramientas para los pilares de Espíritu y Bios, espero que te sean de utilidad.

Pilar del Espíritu:

Este pilar es desde luego muy importante, trabajarlo requiere constancia, esfuerzo, pero sobre todo tiempo. Creo que es el único pilar en el que, aunque pagaras todo el dinero del mundo por conocimiento, no serviría de nada.
Recuerda, aquí trabajas el suelo donde irás plantando las semillas para tener un jardín bonito. El tiempo será tu mayor aliado, nutre la tierra, la base en la que crecerá tu hermoso jardín.
Para empezar a trabajar en el pilar del espíritu olvida la frase “ya lo sé” porque una persona que todo lo sabe no tiene más lugar para aprender.
Necesitarás trabajar tu humildad, tu bondad y tu paciencia. Afortunadamente, cada día tenemos oportunidades para practicar estos tres atributos. Cede el asiento en el bus, escucha a tu pareja, ayuda a alguien desfavorecido. No tienes que usar dinero, hay veces que la gente solo necesita ser escuchada.

Aquí van tres herramientas claras para que puedas emplearlas desde hoy mismo:

  1. Leer. Lee libros que te aporten y que te expliquen de forma aplicada cómo seguir creciendo tu pilar del espíritu. Te recomiendo encarecidamente los siguientes libros:
    <<El poder del ahora>> de Eckhart Tolle,
    <<El monje que vendió su Ferrari>> de Robin Sharma
    <<Muchas vidas, muchos maestros>> del Dr. Brian Weiss, uno de mis favoritos y que revisito cada vez que paso por un momento difícil.

  2. Evita compararte con otros. En un mundo de redes sociales donde la norma es compararse entre unos y otros, muchas veces es una tarea difícil de conseguir. La única comparación válida que deberías hacer es contigo mismo. Me explico, ¿eres una mejor persona que hace un año?, ¿has crecido en la virtud o bondad durante este último año? Solo valen comparaciones entre versiones antiguas de ti y la actual. Es la única manera de medir si somos mejores o no.
    Evita compararte con las vidas —muchas veces falsas— que vemos en redes sociales. Te dará paz mental.

  3. Siéntate contigo mismo. Busca un lugar sin distracciones, coge papel y boli y responde las siguientes preguntas:
    ¿Qué debo trabajar para ser mejor que mi yo de hace 5 años?
    ¿Dónde quiero estar dentro de 5 años?
    Si murieras hoy, ¿morirías feliz sabiendo la vida que llevas hasta ahora?
    Esta última pregunta es muy poderosa, ya que solemos olvidar que llegará el día en el que moriremos. Recordar nuestra mortalidad nos ayuda a centrarnos en crecer y vivir cada día como si fuera el último.
    Esto es algo que Marco Aurelio hacía constantemente y le ayudaba seguir la senda de la virtud.

Pilar de la Bios:

Para trabajar en nuestra Bios o salud física interior es crucial antes de nada conectar con nuestro cuerpo. Aquí también necesitarás de paciencia, tiempo y sobre todo atención.
Prestar atención a qué efectos produce la comida que ingerimos en nuestro cuerpo, estar inflamado, retener líquidos o dormir mal no es algo normal.
Aquí es importante abrir la mente y estudiar con cabeza, sin obsesionarse, sobre lo que producen los alimentos que consumimos.
La mayoría de los productos en los estantes del supermercado están repletos de conservantes o de productos que están permitidos para consumo humano a pesar de ser potencialmente cancerígenos o perjudiciales.
Colorantes como el E102 o el E133 se venden con advertencias que indican que pueden ser perjudiciales para la atención de los niños. Si este tipo de advertencias no te hacen revisar que estás comiendo cada día, entonces dudo que algo lo haga. Si algo te llama la atención, investiga por tu cuenta, no te quedes con el reel de 15 segundos con información mediocre.
Me repito, solamente tú eres el responsable de lo que ingieres cada día.

Para trabajar en tu Bios te comparto tres hábitos y unas reglas que puedes implementar desde hoy mismo para ser más consciente de tu Bios:

  1. Lee la etiqueta. Leer las etiquetas de la composición te hará abrir los ojos y darte cuenta de que por mucho que el paquete ponga “fruta seca sin azúcares añadidos” verás que no es solo fruta seca. Normalmente, será aceite de girasol, edulcorante o incluso harinas. Al entender qué composición trae la comida que estás comprando empezarás a comer mejor. Sé que es fácil y ahorra tiempo hacer solo un viaje al súper y llenar la despensa y la nevera, pese a ello, es muy recomendable comprar en tiendas de barrio o comprar en tu mercado local cuando quieras comer pescado y si puedes comprar carne directamente del distribuidor entonces ya lo petas.

  2. Investiga e interésate. Cuando leas E223 o E133, averigua qué son. Basta con introducir el nombre, en este caso E223 en el navegador o preguntarle a tu IA favorita. Solo para no dejarte con la duda, el E223 son sulfitos y el E133 es un colorante.

  3. Observa. Observa que te produce lo que acabas de ingerir. Identifica si te inflama, te da sueño, te quita o da energía. Para esto puedes llevar un diario de comida, hay un sinfín de aplicaciones para ello. Y si eres como yo y te gusta escribir, una libreta tipo Moleskine, de las pequeñas, funciona muy bien.
    Es clave para que empieces a eliminar de tu dieta o sustituir los alimentos que te creen inflamación, gases en exceso o te quiten la energía.

  4. Exponte al sol. Este tema da para mucho, pero para darte un par de herramientas prácticas,
    hay dos reglas que puedes seguir.

    1. La medida de tu sombra. Si tu sombra es más pequeña que tú estarás recibiendo suficiente radiación UVB. Esto depende de dónde vivas, pero probablemente entre las 10:00 y las 12:00 sea buena hora para tomar un poco de sol.

    2. No te pases. Dependiendo de tu tono de piel, si tienes piel clara puedes empezar con 2-3 minutos y si tienes una piel más oscura puedes empezar con 4-5 minutos si es verano. Incrementa a medida que avance la estación. En cualquier caso, tu sentido común y sensaciones (piel tensa, picor, rojez) te dirán cuándo es suficiente.
      Si tienes la opción de tomar sol desnudo, mejor será la absorción de vitamina D.

Como habrás visto, el Proyecto Sers tiene mucho que ofrecer, esto no es más que una pincelada y una breve explicación de lo que, como comenté la semana pasada, es un trabajo en progreso.

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Ahora te toca a ti, ¿nutrirás la tierra de tu jardín?, ¿revisarás lo que ingieres con atención?

Por mi parte, espero que seas de ese pequeño porcentaje de seres que se responsabiliza de su cuerpo, ya que solo ellos son los que ven cambiada su realidad para bien.

Solo tú decides.