Tres preguntas que pueden cambiar tu vida (si te atreves a responderlas)

Preguntas difíciles para una vida más fácil. Un ejercicio para reconectar contigo y recordar hacia dónde vas.

REFLEXIÓN

Nilo Rojas

8/31/20255 min read

Camino dividido en un paisaje natural con luz suave, símbolo de decisiones y dirección en la vida.
Camino dividido en un paisaje natural con luz suave, símbolo de decisiones y dirección en la vida.

A medida que uno avanza en la vida —y si uno es mínimamente consciente— se va dando cuenta de que las cosas que antes importaban van dejando de tener la misma importancia, digamos que las prioridades cambian. Esto no le ocurre a todo el mundo, pero, si estás leyendo esto, imagino que tú puedes entender a lo que me refiero.

Recientemente, coincidí con una persona que conocí con 20 años y me he dado cuenta de que sigue siendo exactamente igual, a pesar de tener ahora 30 años. Me refiero sobre todo a actitudes infantiles respecto a la gestión económica o resolución de conflictos cotidianos, por ejemplo. Si esto es bueno o malo, yo no soy nadie para juzgarlo. En lo que a mí concierne, estoy contento con haber ido aprendiendo de las lecciones que me ha ofrecido la vida.

Precisamente de esto quiero hablar hoy, del cambio, de lo que importa y de lo que no y de cómo pasa el tiempo.
Nuestra perspectiva —en la mayoría de los casos— va cambiando, evoluciona, por decirlo de alguna manera, con el paso del tiempo. Esto nos ayuda a prosperar en la vida. Si vamos aprendiendo de nuestros errores o tropiezos deberíamos ir adquiriendo armas para que nuestro progreso sea, en cierta medida, más fácil.

Para que esto ocurra, necesitamos aprender y muchas veces entender o comprender las situaciones difíciles que experimentamos. Por eso creo que respondernos a nosotros mismos una serie de preguntas básicas que comentaré en un momento, puede ayudarnos en nuestro día.

Los adultos no existen

Juguete infantil de madera sobre una mesa de trabajo con objetos de adulto, simbolizando que los adu
Juguete infantil de madera sobre una mesa de trabajo con objetos de adulto, simbolizando que los adu

Tengo la teoría de que los adultos no existen, y es que cuando era pequeño, tendría unos 12 años, recuerdo haber ido a casa de un amigo, cosa que era habitual por la época.
Nuestros padres nos llevaban a su casa o él venía de visita a la nuestra para jugar.
Este amigo tenía un hermano mayor, tendría por aquel entonces unos 20 años y yo, como crío de 12 años, lo observaba con admiración.
En un momento dado recuerdo pensar —y ahora me doy cuenta de que fue un pensamiento un tanto peculiar para un crío de 12 años— “qué tío más guay, debe tener la vida súper clara ya con 20 años”.

A medida que pasaron los años el contacto con este amigo se fue perdiendo, sin embargo, este pensamiento es algo que se ha quedado conmigo hasta la actualidad.
Pasó el tiempo y me tocó a mí cumplir 20 años y tío, ¡qué equivocado estaba! He de decir que con 20 años yo creía que tenía la vida resuelta, nada más lejos de la realidad. Ahora que estoy a las puertas de los 36 me he dado cuenta de que nadie sabe lo que hace en esta vida, la gente improvisa lo mejor que puede.

Hay una frase que me gusta mucho:

“No sé cómo vivir, solo estoy improvisando con lo que me toca”

Eventualmente, uno avanza, el tiempo pasa y te das cuenta de que tus padres, tus tíos o familiares han hecho lo mejor que han podido con lo que tenían. Empiezas a percibir sobre todo las debilidades o fallos de cada persona y te das cuenta de que los adultos no son indestructibles, no tienen nada claro y, sobre todo, que no existen. Somos niños en cuerpos de adultos jugando a hacer de mayores.

Como decía W. Churchill: “Cuanto más me preparo, mejor improviso”

Así que para facilitarnos las cosas y poder improvisar de la mejor manera posible, aquí te presento tres preguntas para que respondas para ti o como herramienta poderosa para compartir con tu pareja.
Esto te ayudará a navegar la vida con una guía clara de lo que estás buscando, hacia dónde estás yendo y si te estás acercando o alejando de tu destino.

Brújula y cuaderno sobre mesa de madera, representando reflexión personal y búsqueda de claridad.
Brújula y cuaderno sobre mesa de madera, representando reflexión personal y búsqueda de claridad.

¿Qué es la felicidad?

Para una persona que busque el dinero será ser millonario, para una persona que disfrute de viajar, será vivir viajando y conocer el mundo entero, y para otros, puede ser encontrar la paz o agradecer las pequeñas cosas que da la vida.

Cualquiera sea tu definición de la felicidad, te invito a escribirla en papel y guardarla en tu cartera, llévala contigo siempre y al cabo de un año revísala, y comprueba de dónde vienes, adónde vas y si te has acercado a ella.
Te aseguro que en un año mucho puede cambiar y es probable que lo que tengas escrito en ese papel ya no sea la felicidad que estás buscando.

Esta pregunta es digna de responder en pareja; si tu felicidad está en ser autosuficiente y vivir de la tierra, y, por otra parte, la de tu pareja es vivir en una mansión rodeada de lujo y tener una vida ostentosa Te servirá para darte cuenta de cómo estás completamente desalineado con ella. Responder esta pregunta te ayudará a marcar unos principios para tu éxito.

Precisamente la segunda pregunta que traigo hoy es: ¿Qué es el éxito?

Crea tu propia definición para esta palabra que a menudo se vende en las redes sociales como el tener mucho dinero, una gran casa y viajar constantemente.
El éxito puede ser tener una vida plena, tranquila y rodeado de gente que te ama. Muy por el contrario de lo que se vende, el éxito no tiene nada que ver con el dinero ni los bienes materiales.
Para finalizar, la última pregunta que te traigo hoy es una muy poderosa, si consigues responder a esta pregunta podrás marcar un camino bastante claro de hacia dónde quieres ir, cómo quieres vivir y bajo qué circunstancias.

¿Cómo luce mi vida ideal?

En el momento que tienes claras las respuestas a esta pregunta la vida se simplifica, porque sabrás lo que quieres y lo que no.
Te animo a que hoy mismo cojas un papel y un lápiz y respondas estas tres preguntas. Esto definirá tu punto de partida hacia esa vida soñada que, quizá sin saberlo, ya puedes empezar a vivir.

Imagina que estás delante del genio de la lámpara —este te concederá tus deseos sin trampa ni cartón— ¡y tienes deseos infinitos!
¿Qué le pedirías para poder tener tu vida ideal?, la de tus sueños, esa que muchas veces pensamos que nunca alcanzaremos. ¿Sabrías qué pedir?
Lo fácil es pedirle dinero infinito y seguro que piensas que con eso ya te apañarás. Pero lo cierto es que hay muchas cosas que el dinero no puede comprar.
Solo por mencionar algunas, lealtad o amor verdaderos, salud y, sobre todo, una de nuestras posesiones intangibles más preciosas, tiempo.